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Las vitaminas y los minerales son nutrientes esenciales por el hecho de que cumplen cientos y cientos de funciones en el cuerpo. Hay una línea finísima entre tener bastante cantidad de estos nutrientes presentando un estado saludable y asimilar demasiados lo que puede concluir dañándote. Llevar una dieta saludable continua siendo la mejor manera de obtener las cantidades suficientes de las vitaminas y los minerales que necesitas.

Las vitaminas ayudan a consevar en buen estado los ojos, la piel, los pulmones, el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso. Por ejemplo, La vitamina A ayuda a mantener las células sanas y protege la visión.

La vitamina E natural no es un compuesto único, sino es un conjunto de moléculas con estructuras relacionadas, algunas de las cuales pueden tener propiedades únicas en la piel. La vitamina E se suministra en general a la piel a través del sebo.

Los receptores de la vitamina liposoluble de tipo D se hallan en todo el cuerpo, incluyendo las células inmunes. Las investigaciones han probado claramente que la deficiencia de vitamina liposoluble de tipo D es parte de la naturaleza estacional de los brotes de gripe y resfriados. Menos luz solar significa menos vitamina liposoluble de tipo D, lo que acarrea una menor inmunidad y más enfermedades.

La vitamina K juega un papel clave en la coagulación de la sangre, previniendo el sangrado excesivo. La vitamina K es realmente un grupo de compuestos, destacando las vitaminas K1 y K2. La vitamina K1 se consigue de las verduras de hoja verde y otras hortalizas. La vitamina K2 es un conjunto de compuestos conseguidos en gran parte de carnes, quesos y huevos, y sintetizados por bacterias.